Gestionamos a todos los proveedores que has contratado para que el mobiliario lo monten antes que de que vengan los de las flores y para que haya espacio en la cámara para que no parezca un cuadro de Picasso.

Programamos cada acción a una hora para que no haya más tiempo de saludos y menos de baile, te adelanto que no vas a poder saber qué tal le va en el trabajo a todos tus primos.

Le decimos al catering dónde montar su cocina, al Dj donde colocar los altavoces y nos encargaremos que ninguno de tus invitados se pierda vuestro baile porque se ha quedado ensimismado mirando lo increíbles que han quedado las luces.

Es una especie de ojo de halcón que desarrollas cuando te has casado ya más de 200 veces, impide que tu cuñado borracho considere que la fuente de la entrada es una piscina.

No hay nada a lo que un invitado haga más caso que a una de nosotras con un pinganillo salvándoos de la típica conversación que evitas en la cena de navidad, entendemos que tampoco la quieres tener el día de tu boda.

¿Te imaginas que puedes echarnos “la culpa” de estar solos en la mesa nupcial o con vuestros amigos?